Juan Guaidó acaba de inventar la figura de presidente opositor. En el mediodía de la jornada de multitudinarias manifestaciones contra del presidente, Nicolás Maduro, el líder de la Asamblea Nacional (AN) se atribuyó la primera magistratura del país “para lograr el cese de la usurpación, un gobierno de transición y tener elecciones libres”.
“¡No quiero bono, no quiero CLAP (bolsas de alimentos a precios subsidiados), lo que queremos es que se vaya Nicolás!”, cantaban decenas de miles de personas mientras esperaban para escuchar al presidente de la AN. Ante esa multitud, Guaidó pateó el tablero político al autoproclamarse presidente encargado de Venezuela.
Guaidó se autodeclaró en la plaza Juan Pablo II, en el municipio de Chacao, en Caracas. “Hoy, 23 de enero de 2019, juro formalmente como presidente encargado de Venezuela”, declaró con la mano derecha sobre el corazón. Después le pidió a sus seguidores que levantaran la mano derecha y repitieran: “juremos todos juntos como hermanos que no descansaremos hasta lograr la libertad”.
“Este país despertó”, se emocionó Mónica Márquez, una maestra de 43 años que concurrió al acto desde Los Teques, capital del estado de Miranda. “Aunque sabemos que el Gobierno le puede hacer algo (a Guaidó), tenemos la esperanza de un cambio”, transmitió en diálogo con Reuters. Desconocido hace sólo tres semanas, cuando el 5 de enero asumió la presidencia de la AN, Guaidó, de 35 años, reanima a los venezolanos, asombra a la opinión pública internacional y desafía al régimen de Maduro.
Una hora después del acto, el presidente estadounidense Donald Trump reconoció a Guaidó como encargado interino del Gobierno. A lo largo de la tarde, las principales potencias americanas, salvo México, también reconocieron a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela. La Constitución establece que ante un vacío de poder presidencial, el jefe del parlamento debe asumir el cargo. La oposición y Occidente no reconocen el triunfo de Maduro en las elecciones de mayo del año pasado. Consideran que no ofreció garantías democráticas para que pudieran presentarse sus rivales y desafiarlo.
“Ellos saben que en el marco de la Constitución no pueden hacer lo que están haciendo”, retrucó Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, en la marcha paralela que organizó Maduro. Hugo Chávez reformó la Constitución en 1999. El sistema de distribución de la Asamblea Constituyente le otorgó el 95% de los escaños al chavismo, a pesar de que sólo había obtenido el 52% de los votos en la elección.
El oficialismo se concentró en el centro de Caracas y realizó una marcha en la que participaron algunos miles de simpatizantes. “Vinimos a apoyar al presidente Maduro. Pasamos por momentos críticos, por los ataques económicos, por ello el presidente debe tomar medidas duras”, le expresó a Reuters Paul Huerta, jubilado de 70 años, en la marcha oficialista. “La gente había perdido la fe”, comentó María Amelia da Silva, de 54 años, en una charla con The New York Times. Da Silva participó en las reuniones que los legisladores de la oposición organizaron en los últimos días para promover su plan. “Entonces un líder surgió y se ha convertido en nuestra esperanza más grande”, se ilusiona.
¿Quién es?
Guaidó, diputado de Voluntad Popular por el estado de Vargas, estudió ingeniería en la Universidad Católica Andrés Bello, de Caracas, y continuó su formación con dos posgrados en gerencia pública, uno de ellos por la Universidad George Washington. “Representa una gran sorpresa y, evidentemente, detrás de esa sorpresa hay un vínculo generacional importante que tiene que ver con unos estudiantes que se rebelaron en su momento contra la idea de una reelección indefinida”, apunta Michael Penfold, profesor de la Universidad de los Andes consultado por El País.
“Ha manejado una especie de ambigüedad deliberada cuando dice que a él le toca tomar las funciones del presidente porque Maduro es un usurpador. Pero también sabe que una juramentación sin tener la fuerza o la capacidad para convertir ese hecho simbólico en un hecho real de poder puede convertirlo primero en un nuevo preso político”, previene por su parte Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis, quien también dialogó con El País.
Apoyado por Occidente y la mayoría del pueblo de Venezuela, Guaidó ha tomado las riendas de la oposición y ofrecido una amnistía a los militares si se rebelan contra Maduro. Sin una fractura del Ejército será difícil que Guaidó asuma las funciones del Ejecutivo.